Material Recomendado: El Sueño en Adolescentes

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El sueño es alimento para el cerebro. Durante el sueño se desarrollan importantes funciones del organismo y de la actividad cerebral. La falta de sueño puede ser nociva, incluso mortal si nos encontramos al volante. Tu apariencia empeora, puedes sentirte apático y tu eficacia se empobrece. Dormir mal puede afectarnos en la relación con nuestros familiares y amigos, en nuestros resultados académicos, en nuestra actividad deportiva. Recuerda que un cerebro que necesita dormir lo hará aunque no te lo esperes, son innumerables los accidentes que ocurren al volante porque el conductor se queda dormido. Si tienes falta de sueño estás más expuesto a accidentes, lesiones y/o enfermedades.

Hechos

  • Dormir es vital para tu bienestar, como el aire que respiras, el agua que bebes o el alimento que comes, puede ayudarte también en el manejo de las dificultades de la adolescencia.
  • Los patrones biológicos del sueño y vigilia se desplazan en la adolescencia, esto se traduce en que resulta natural no quedarse dormido antes de las 23 horas.
  • Los adolescentes necesitan hasta 9 horas y cuarto de sueño cada noche para funcionar bien, para algunos es suficiente con 8 horas y media. La mayoría no duerme lo necesario, un estudio reveló que sólo el 15% de la población consultada refería dormir 8 horas y media en días laborables.
  • Los adolescentes acostumbran a tener patrones de sueño cambiantes a lo largo de la semana, suelen acostarse y levantarse tarde los fines de semana, factor que puede afectar a su ritmo biológico y a su calidad de sueño.
  • Muchos jóvenes padecen trastornos de sueño que precisan tratamiento tales como; narcolepsia, insomnio, síndrome de piernas inquietas, apnea del sueño, etc.

Consecuencias

No dormir lo suficiente o tener problemas con el sueño pueden:

  • Limitar tu capacidad de aprendizaje, escucha, concentración y tu capacidad para resolver problemas. Puedes incluso olvidar información importante como nombres, números, tareas o una cita con alguien especial.
  • Hacerte más propenso a los granos. La falta de sueño contribuye en la aparición de acné y otros problemas dermatológicos.
  • Favorecer conductas agresivas e inapropiadas como enfrentamientos con tus compañeros y tensiones con tus profesores y familiares.
  • Llevarte a comer demasiado o comer de manera poco saludable, exceso de dulces y comida basura que contribuyen al aumento de peso.
  • Potenciar los efectos del alcohol e incrementar el consumo de cafeína y/o tabaco.
  • Contribuir con el desarrollo de enfermedades. Afectar en el uso de maquinaria y en la conducción.

Soluciones

  • Convertir el sueño en una prioridad. Revisar los horarios de sueño y mantener un ritmo diario. Decidir qué necesitas para cambiar y conseguir un descanso suficiente que te permita mantenerte sano, feliz y con buen aspecto.
  • La siesta puede ayudar a mantenerte activo y mejorar tu rendimiento pero sí se planifica bien. Siestas muy prolongadas o muy cercanas a la hora de acostarse pueden interferir con el ritmo de sueño regular.
  • Convierte tu habitación en un sitio adecuado para descansar, mantenla fresca, tranquila y a oscuras, sí es preciso baja las persianas y echa las cortinas. Deja que la luz matinal se convierta en la señal para despertarse.
  • Ninguna pastilla, vitamina o bebida puede reemplazar a un buen sueño. Consumir cafeína antes de la hora de acostarse puede afectar al sueño, evita tomar café, té, bebidas de cola y chocolate a esas horas. La nicotina y el alcohol también interfieren en tu sueño.
  • La falta de sueño es comparable con el alto consumo de alcohol a la hora de conducir. Esta es una de las principales causas de accidentes de circulación. Sí te ocurre, reconoce que no has dormido lo suficiente y pide que alguien conduzca por ti. Sólo dormir puede salvarte.
  • Marca una hora para acostarte y una hora para levantarte y ajústate a ellas, el fin de semana procura que no haya grandes cambios. Un programa de sueño organizado mejora el descanso porque permite a tu cuerpo sincronizar con los patrones naturales. Te resultará más fácil conciliar el sueño con este tipo de rutinas.
  • No comas ni bebas ni realices ejercicio inmediatamente antes de acostarte, no dejes los deberes para el último momento. Evita ver la televisión, el ordenador y el teléfono justo antes de dormir. Intenta realizar actividades tranquilas que faciliten el sueño.
  • Si haces las mismas cosas todas las noches antes de acostarte le enseñarás a tu cuerpo las señales de que es la hora de descansar. Procura tomar un baño o una ducha (esto te ahorrará tiempo por la mañana) o leer un libro.
  • Procura llevar tu agenda al día, comprueba que has realizados tus tareas pendientes para evitar la sensación de activación o preocupación.
  • Cuando tus amigos te cuenten que se han acostado muy tarde, diles cómo te sientes después de haber descansado bien.
  • Con la adolescencia cambian los ritmos de sueño, el reloj interno puede ocasionar el hecho de dormirse y despertarse mas tarde, esto es algo natural que no podemos evitar pero podemos adquirir hábitos saludables y prevenir la falta de sueño. Asegúrate de que tus actividades nocturnas sean calmadas y contrarresten la tendencia a mantenerte alerta.