José María Robles escribe este artículo para el periódico El Mundo
Vivimos inmersos en la era del éxito social, reflejado en la belleza exterior, la popularidad y el acceso a los signos de riqueza material, también incluiría la necesidad de mostrar una aparente felicidad consecuencia de todo lo anterior. Si a esto le sumamos la difusión inmediata, constante y eficaz que nos facilitan las redes sociales, cerramos el círculo. Sería recomendable diversificar las fuentes de éxito y gratificación personal además de potenciar aspectos como la empatía y la solidaridad para no jugárnoslo todo a una única carta tan pasajera y fugaz como la imagen que proyectamos.
Se puede leer el artículo original en el siguiente link:
http://www.elmundo.es/papel/lideres/2018/10/17/5bc6055ee2704e389b8b45cd.html
Ilustración de Sean Mackaoui